El bulto redondo se encuentra presente desde el inicio de la expresión simbólica durante el Auriñacience (hace aproximadamente 32 000 años) en los objetos de arte mueble. Las estatuillas de marfil descubiertas en sur-oeste alemán  (Jura souabe) representan caballos, osos y leones. El descubrimiento de la Venus de Hole-Fels en el 2008 es excepcional en relación al tema representado: se trata de una mujer con características sexuales hipertrofiados. Este tipo de figura constituye un antecedente notable a las numerosas Venus de la cultura siguiente.

Las estatuillas femeninas del Gravetiense, las mal llamadas “Venus”, constituyen el primer símbolo compartido sobre todo el territorio europeo, desde las Landas hasta Rusia. Obra maestra del arte paleolítico, la dama de Brassempouy (Brassempouy, Landas) ofrece una perfecta ilustración de la representación anónima del ser humano.

Es también durante el Gravetiense que, en el Perigord, aparecen discretamente las primeras esculturas sobre la pared o bloques decorados (Laussel). Hace 19 000 años se desarrollan verdaderos adornos esculpidos en el arte parietal solutrense (Roc-de-Sers). Durante el Magdaleniense, el uso de la escultura parietal se extiende al sur-oeste de Francia (Chaire-à-Calvin, Roc-aux-Sorciers…).

En el transcurso de los milenios, las técnicas de puesta en relieve evolucionan paulatinamente. Empero, los temas y las formas varían según los grupos y las culturas, tanto en el tiempo y como en el espacio.