Los sondeos, perforaciones y extracciones de muestras realizados en los fondos oceánicos y en el casquete polar de Groenlandia y del Antártico permiten restituir los cambios climáticos. Las variaciones isotópicas en la relación del oxígeno O16/O18 entregan informaciones con respecto de la temperatura local y del volumen global de hielo en los continentes. Los foraminíferos, los moluscos e insectos representan igualmente indicadores fiables.

La última glaciación del Pleistoceno tuvo su apogeo hace 20 000 años (Pleniglaciario), época durante la cual vastas regiones estaban cubiertas por una espesa capa de hielo. El periodo Magdaleniense medio (de 13 000 a 15 000 años) coincide con el principio del Tardiglaciar, época de instabilidad climática que sigue la estabilidad del último máximo glaciar (fig.). El nivel del mar estaba ubicado a unos 120 metros por debajo de la actual línea de la orilla. Las variaciones vinculadas al acontecimiento Heinrich 1 son rápidas e importantes. Una de las consecuencias fue la liberación rápida de una importante cantidad de agua de deshielo, dulce y fría, lo que condujo a un enfriamiento de la superficie del agua y a que el ambiente natural se volviera más árido. Las condiciones climáticas que dominaban durante la época del Magdaleniense medio eran muy frías y secas.