La atribución de los conjuntos parietales estudiados al Magdaleniense medio fue posible por sus vínculos con las niveles de ocupaciones. Por una parte, el enterramiento de las esculturas por unas capas arqueológicas y unos fragmentos decorados en el Roc-aux-Sorciers, en la Chaire-à-Calvin y en Cap-Blanc, nos lleva lógicamente a concluir que las obras encubiertas fueron realizadas en un momento anterior a la realización de los elementos que las cubren. Por otra parte, la presencia eventual de útiles de artistas así como de fragmentos de esculturas retocadas en los niveles de ocupación permite asociarlos con las obras parietales, como en el caso del Roc-aux-Sorciers.

Empero, esos indicios no nos permiten un fechado preciso de los conjuntos parietales: las incertezas crono-estratigráficas (número, emplazamiento y extensión de las capas arqueológicas, localización del mobiliario en la estratigrafía) determinadas por la antigüedad de las excavaciones de los abrigos nos impide tener pruebas definitivas. De la misma manera, la proximidad estilística de las obras solamente permite plantear algunas hipótesis de proximidades cronológicas entre los sitios. Los dispositivos parietales de esos sitios tampoco pueden beneficiar de fechados por radiocarbono ya que las únicas evidencias de pintura negra descubiertas en el Roc-aux-Sorciers son a base de óxido de manganeso y no de carbón vegetal.