La percepción de las obras paleolíticas, sobre todo de las esculturas parietales, puede variar notablemente en función de la iluminación, la escala y el ángulo de vista al momento de fotografiar las obras. Por lo tanto es necesario hacer variar el conjunto de esos factores, los cuales resultaran cruciales al momento de evaluar los grafismos parietales.

Los registros fotográficos de las esculturas y de los grabados se realizan posicionando la cámara paralelamente al plano medio de la pared para limitar los efectos de convergencia de las líneas horizontales y verticales. Luego las fotografías son corregidas gracias a un software de tratamiento de imágenes fotográficas que permite corregir las deformaciones geométricas del objetivo.

Las fuentes modernas de luz (spots luminosos fríos, flash) no permiten dar cuenta de la iluminación paleolítica de las esculturas: falta la luz del sol, ya que tres de los cuatro sitios estudiados fueron dejados en la oscuridad por razones de conservación así como también las luces de los fogones que fueron encontrados en la base de las paredes de todos los abrigos. Los modelos numéricos tridimensionales permiten, no obstante simular esos fogones y paliar en parte esas ausencias.

En el Roc-aux-Sorciers y en Cap Blanc, los restos de pinturas que se conservaron en los dispositivos parietales se pueden ver gracias a las fotografías hechas con luces blancas trabajadas por computadora mediante unos tratamientos colorimétricos.