Para crear las armas y los útiles, los Magdalenienses utilizan técnicas a la vez especializadas y estandarizadas. En la industria lítica, los útiles domésticos se realizan sobre láminas, mientras que las armaduras de azagaya utilizan laminillas. Laminas y laminillas son muy normalizadas. Su obtención requiere de una larga y meticulosa preparación del bloque de materia prima que luego es golpeado con un percutor (ruedecilla, madera, asta de ciervo) lo que permite  obtener laminas para los bloques más grandes, y laminitas para los más pequeños. Laminas y laminillas son utilizadas tanto en su forma bruta o como retocada para crear un afilado, una punta o para crear una base para la fijación. Los métodos de lascado asentados durante el Magdaleniense manifiestan un conocimiento acabado de las cualidades físicas de las rocas así como también un aprendizaje de los gestos que es necesario efectuar. Evidencian la existencia de un amplio saber-hacer técnico ya que son verdaderos artesanos especializados los que tenían el dominio técnico de algunas grandes laminas.

Los objetos en asta de ciervo están realizados a partir de varillas obtenidas por doble ranurado, y rascadas para finalizar sus formas definitivas.

La diversidad de las bases de las puntas de azagaya tienden a mostrar que varios son los sistemas de enmangados de las puntas de proyectil y otros útiles. Descubrimientos excepcionales en Lascaux y Pincevent demuestran la utilización de cola a base de resina y de ocre.