No tenemos datos exactos con respecto de la vestimenta de los paleolíticos ya que las materias orgánicas no se han conservado para esos periodos (pieles, pieles salvajes, pluma, etc.). Las representaciones en las paredes u objetos no nos entregan mucho más informaciones, dado que los seres humanos están figurados desnudos. Un solo personaje grabado en la cueva del Gabillou parece estar abrigado por un espeso manto con capucha. A ello, se puede agregar la existencia de una huella absolutamente excepcional de una pisada calzada en una materia ligera la que fue hallada en la cueva de Fontanet. Los materiales encontrados en las capas arqueológicas nos proporcionan informaciones indirectas. Las agujas ya son utilizadas en aquella época. Son de pequeño tamaño (25-80mn) y hechas a partir de materias óseas. Otros objetos con puntas y de tamaño mayor – punzones y lezna – podrían haber sido utilizados para perforar y ensamblar objetos más gruesos. Estos utensilios demuestran que los Magdalenienses llevaban ropa cosida, probablemente con tendones o fibras vegetales.

Hace falta imaginarse los hombres y mujeres enteramente vestidos, calzados y también aparentemente peinados para vivir en condiciones climáticas difíciles. Además no hay que olvidar que esas personas se adornaban. Los pequeños elementos de forma y naturaleza diferentes que se multiplican durante la época magdaleniense, podrían haber cumplido la función de collar, cinta y pulsera o haber sido cosidos directamente encima de la ropa. Finalmente, y a pesar de que este hecho no haya sido comprobado, se puede suponer que los cuerpos de los seres humanos de esa época hayan sido tatuados o pintados.