Los abrigos rocosos fueron frecuentados de manera recurrente en la época magdaleniense. La acumulación de capas arqueológicas traduce múltiples ocupaciones en un mismo lugar.

Ahora bien, no basta con considerar esta ocupación en la larga duración, puesto que puede  corresponder también a momentos privilegiados durante los cuales los Magdalenienses acudían en gran número. Esta idea puede ser ilustrada por el Roc-aux-Sorciers donde la configuración y el imponente dispositivo parietal, que puede ser contemplado de lejos, tienen una vocación colectiva. La grande extensión del abrigo rocoso pudo acoger a varias decenas de individuos simultáneamente. El Roc-aux-Sorciers presenta varios criterios de un sitio de agregación, una fuerte densidad de personas, abundancia de producciones simbólicas (arte mueble, colgante, arte parietal) y una reutilización del lugar. (Conkey, 1989, Celérier, 1992).