Aunque los testimonios gráficos se encuentran a lo largo de todo el Paleolítico superior, y quizás incluso desde el Paleolítico medio con el hombre de Neandertal, el Magdaleniense es percibido como un periodo de auge artístico vinculado al aumento de la población  en esa época. Esas manifestaciones se perciben en diferentes soportes (paredes de cuevas y abrigos, rocas, bloques, industria ósea, ruedecilla, plaquetas de piedra, colgante…) vinculados tanto a la vida cuotidiana como a las actividades de tipo simbólico, esas dos esferas se mezclan a veces.