El carácter pluridisciplinar adoptado en Chauvet para el estudio de la cueva decorada supuso el comienzo de nuevas formas de trabajo en cada una de las disciplinas presentes. Ciertas preguntas que surgían por las observaciones de una determinada disciplina encontraban la respuesta en otra de las disciplinas. Algunas cuestiones que requieren de dos sectores de investigación han llegado incluso a crear nuevas disciplinas.
Parietalistas y geoarqueólogos
Por ejemplo, al estudiar las escenas decoradas, los parietalistas constataron un orden de realización de las figuras.
- Una primera decoración había sido realizada con tizón en las paredes endurecidas.
- Los osos arañaron posteriormente esas superficies decoradas.
- Un tiempo después (no calculado) el hombre volvió y dibujó o grabó por encima de una superficie que se había hecho plástica.
Dicha cronología se observa perfectamente a través de superposiciones pero, más allá de poder imaginar que el hombre y el oso no podían cohabitar en la misma cavidad y que por lo tanto sus trazos respectivos debían estar separados por lo menos por una estación, los parietalistas no poseen aún los medios para evaluar el tiempo pasado entre los dos acontecimientos. El análisis de la técnica de elaboración ha identificado que el empleo del tizón se hizo en dos fases de dibujos, la primera con el tizón solo y la segunda con tizón difuminado. Esta última técnica juega igualmente con la textura plástica de la caliza. Por lo tanto, la pregunta es: ¿cuál es el fenómeno natural que puede transformar la caliza seca y dura en caliza húmeda y plástica? Y ¿cuánto tarda en producirse tal fenómeno? Las respuestas podrían llegar de los estudios de los geoarqueólogos. Por el momento las respuestas no han sido tajantes, pero ha surgido una nueva disciplina que prosigue la investigación al respecto y sobre otros temas más amplios: se trata de la tafonomía de las paredes decoradas.