La cueva Chauvet está incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde el 22 de junio de 2014, lo que le confiere el reconocimiento de su excepcional valor universal y recuerda que un bien incluido en dicha lista compromete la responsabilidad de todo ciudadano del planeta. 

La idea de la creación de una red de personas que intervengan en la conservación de las cuevas decoradas a nivel nacional ya está germinando. Se trata de poner en común las experiencias de cada cueva, para beneficiarse mutuamente y propagar dicha estructura a través de todo el mundo. Francia ha dado el ejemplo con la cueva Chauvet y su manera de abordar su preservación. Sin embargo, necesita planificar y organizar un programa preventivo que se adecúe al valor universal que se le acaba de reconocer. 

El primer capítulo de este programa concierne el equilibrio interno de la cavidad, cuyos datos recogidos podrían ser más abundantes y más claros.

El segundo concierne el entorno cercano a la cueva y la protección que debe realizarse para contrarrestar los efectos negativos del turismo si estuviera mal encauzado. El Estado siempre trabajará junto a las colectividades regionales para el enriquecimiento de los temas medioambientales en términos de prevención. 

Conocer la cueva mediante un espacio reproducido con gran calidad y exactitud, todo ello ratificado por el equipo científico, aporta una gran satisfacción. En paralelo, para transmitir el conocimiento y darlo a conocer al público en general se organizan igualmente conferencias científicas.

Socios y autores