Norbert Aujoulat reanudó estos trabajos incluyendo las figuras de la sala de los Toros y las del Divertículo axial. La finalidad de este trabajo residió en la identificación de los factores y secuencias de construcción no sólo de las figuras, sino también de los conjuntos iconográficos. Estas investigaciones revelaron, entre otras cosas, el papel fundamental de la arquitectura de la caverna en la distribución de las obras parietales y de las propiedades mecánicas, ópticas y morfológicas de los soportes en la adaptación a la pared de las técnicas de pintura y grabado.

En paralelo, el autor buscó los afloramientos de pigmento y puso en evidencia las razones del uso exclusivo del manganeso en los dibujos y pinturas negras. Además, investigó todo el ámbito subterráneo accesible desde la cuenca vertiente del río Vézère con el fin de reconocer los criterios que llevaron a los hombres del Paleolítico a orientarse hacia la cueva de Lascaux. Este enfoque sacó a la luz criterios de orden geológico que influyeron sobre la distribución de los yacimientos de hábitat con relación a los yacimientos ornados, planteamiento que debía conducir a la identificación de territorios.

Sus trabajos sobre los caracteres de estacionalidad de los animales confirmaron la presencia de ciclos biológicos anuales vinculados a los convencionalismos definidos entonces en la realización de los distintos temas del bestiario.