La voluntad inicial de tomar en consideración todos los parámetros constitutivos de un yacimiento arqueológico complejo como puede serlo una ciudad antigua, así como de su medio natural y social, ha requerido la constitución de un equipo pluridisciplinar que asocia a arqueólogos, historiadores, antropólogos, especialistas de diversos ámbitos de la producción (artesanado, comercio, agricultura, ganadería, pesca...), y por supuesto a especialistas del medioambiente (geología, geografía, pedología, palinología, antracología, carpología, malacología...).


El desarrollo de problemáticas tan ricas y el objetivo de hacer evolucionar los métodos de investigación en el seno de disciplinas tan variadas no podían ser proyectados sin un equipo fuerte y sin una cooperación institucional múltiple. En la actualidad, el equipo asocia a investigadores del CNRS, de la Universidad, del Ministerio de Cultura y del INRAP. No obstante, en una época en que Europa se ha transformado enun espacio unitario de colaboración científica, desde un principio se decidió establecer un equipo internacional, acudiendo a instituciones mediterráneas con las que ya existían colaboraciones previas (Italia, España), así como, para completar la aproximación etnológica, al Instituto de Antropología Cultural de la Universidad de Chicago. Esta estrategia no implica, no obstante, que la excavación sea un mosaico de concesiones arqueológicas, sino todo lo contrario.