A partir del siglo II antes de nuestra era, la muralla protohistórica se desmantela progresivamente : constituye, en efecto, una molestia importante para la extensión urbana. Además, ha contenido los hábitats sucesivos durante cerca de cuatro siglos, limitando las acumulaciones de niveles, y creando así un gran desnivel entre el interior y el exterior de la ciudad. Diversas transformaciones serán llevadas a cabo. La puerta situada al norte (P5) se transforma en colector de agua. Se abren diversas brechas para crear nuevos pasajes. La muralla sirve igualmente de apoyo a edificios utilitarios que se desarrollan en relación con el papel económico creciente del puerto. Se excavan pozos en el interior de la ciudad.


Durante la misma época, los habitantes construyen dos diques al suroeste de la ciudad para contener las aguas de la laguna y del río y facilitar la extensión urbana.A partir de inicios del siglo I de nuestra era, la muralla parece ser sólo un recuerdo en el paisaje : el establecimiento de la ciudad romana, cuyo centro se sitúa en adelante más al norte, da la nota final de un monumento de prestigio que exhibió durante un tiempo el poder y la cohesión de la ciudad portuaria de Lattara.