La representación humana no es un tema artístico mayoritario durante el paleolítico. El arte figurativo está dominado por el animal, sobre todo el bisonte y el caballo. La marginalización del cuerpo humano en el arte remite a una elección, probablemente diferentes según las épocas y el espacio, cuyas reglas y cuyos códigos sociales son muy difíciles de determinar.

La búsqueda de realismo en las siluetas así como también el detalle de las formas constituyen una evidencia tanto de la existencia de un conocimiento anatómico del cuerpo humano como de la voluntad de figurase en las paredes