La espeleología tiene por meta explorar las cuevas, simas y cavidades subterráneas, naturales o antrópicas y contribuir de manera activa al conocimiento y la conservación del ecosistema subterráneo y los territorios asociados. La espeleología, en su práctica, aborda sectores variados vinculados a ámbitos científicos, medioambientales, deportivos, docentes y educacionales como deporte vinculado a la naturaleza.

A finales del siglo XIX, e impulsado por Édouard-Alfred Martel, la espeleología se estructuró en Europa como una disciplina específica orientada hacia la explotación y el estudio del medio subterráneo y del karst. Actuablemente, los espeleólogos siguen explorando y documentando. En 2014 catalogaron algo más de 200 nuevas cuevas y exploraron y topografiaron más de 100 kilómetros dentro de las estructuras de la Federación francesa de espeleología.

Para ello, los espeleólogos han desarrollado técnicas específicas con el fin de recorrer las redes subterráneas y describir los paisajes y los patrimonios naturales y culturales hallados en las cuevas, simas y alrededores.