El método del carbono 14 (C-14) se aplica a vestigios orgánicos y elementos que contienen carbono. En vida, estos organismos contienen un índice de carbono 14 constante debido a su intercambio permanente con la atmósfera, por lo que son ligeramente radioactivos. Al morir, termina el intercambio: ya no hay más aporte de carbono 14 y por lo tanto su contenido disminuye progresivamente de manera natural. La medición del contenido residual de carbono 14 de la muestra permite deducir su edad: es el tiempo transcurrido desde la muerte del ser vivo. A finales de los años 1970, este método de datación tuvo un importante desarrollo gracias a la espectrometría de masas por aceleración (SMA); esta técnica permite aislar, gracias a un acelerador de partículas junto con espectrómetros de masa, un conjunto de átomos de carbono 14 y de contar estos átomos de manera individual dentro de una cámara de ionisacion. El principal interés de AMS es que permite datar muestras muy pequeñas: se requiere menos de un miligramo de carbono para un análisis, o sea alrededor de mil veces menos que con la técnica clásica de datación, fundamentada en la medición de su radioactividad beta.