Cultura bien definida en tiempo (26 500-23 000) y espacio (desde la Cuenca de París hasta Portugal), el Solutrense debe su nombre al yacimiento de Solutré (Saône-et-Loire). Esta cultura se subdivide en cuatro estadios evolutivos y se desarrolla entre los dos últimos picos glaciares de la última glaciación. Dentro del marco tecnológico y tipológico, además de los tipos de útiles comunes del Paleolítico reciente, el Solutrense se define por un equipamiento lítico frecuentemente en sílex de excelente calidad, confeccionado por medio de retoques planos, estrechos, con bordes paralelos e invasivos sobre una o ambas caras de láminas y lascas largas y delgadas. En función de los estadios evolutivos, los instrumentos más representativos son las puntas de cara plana, las hojas de laurel, las hojas de sauce, las puntas con muesca. Dentro de la industria ósea, los solutrenses inventaron la aguja de coser y el propulsor. El arte mueble no es muy abundante. El arte rupestre está mejor representado por algunos abrigos esculpidos (Roc-de-Sers y Fourneau du Diable) y por cuevas decoradas en Ardèche y en la región cantábrica. Parecería que los Solutrenses habrían también inventado el arte de la escultura monumental.